lunes, 24 de octubre de 2016

Entre tus manos


He andado el camino descalza
con mi paz a cuestas y también mi calma
viendo si en la bruma de estas necedades
al menos podemos rescatar el alma
He visto el milagro nácar de la luna
besando sencillo el agua del río
y oí aquel chistido tan espeluznante
de lechuzas graves gobernando el campo
He rodeado el cerro silencioso y terco
clavando su cuña en el valle fértil
sumido en misterio destilaba sombras
que se abrían oscuras como grandes fosas
Cierto humo blanco subía sinuoso
perfumando el aire de resabio a leña
un acorde triste lloraban las cuerdas
que pulsaban manos al temblor del fuego
Balaban ovejas sus penas de encierro
tras empalizadas de piedra y madera
y el agua en los charcos de plata y de hielo
mojaba mis suelas y mis penas por ellas
Miré con los ojos del alma y del cuerpo
y tras las murallas de tu mirar griego
no vi que se abriese dentro de tu pecho
ese corazón que maltrata tu ego
Llevé en mi actitud valor y coraje
fue voluntad íntegra, osado bagaje
y vi aquel amor otrora tan caro
suicidarse en penas, herido en tus manos


María Inés             

jueves, 13 de octubre de 2016

Pluma y espino


Navegándome la sangre
nace canoa mi pluma
y recogiendo va el zumbido
de una humanidad a oscuras
Suelo quedarme despierta
para oír aquellas voces
apagadas, misteriosas
confundidas, dolorosas…
Soy abismo sentenciado
de un ruiseñor que grita
de pájaros que ya no cantan
y de otros que rengos, trinan
Hay fibra y buena madera
que cercenan sistemáticos
por el metal miserable
que justifica la sangre
A ojo de buen halcón
y a fibra de alma hechicera
veo agitarse palomas
probándose alas nuevas
Escándalos y disparates
cunden sin restricciones
se desnudan las vergüenzas
y se llenan las prisiones
Absurdas apologías
de poderes entre sombras
donde un ojo de conciencia
es espada que no corta
Yo conozco a esas lechuzas
posadas siempre en el palo
que bien se pueden caer
al viento doblar sus alas
Si por vivir hoy respiro
veo con pena al dormido
pienso que al pobre oprimido
piadosa le es la venda
Sabido es que este mundo
de conveniencias creadas
es una tierra de esclavos
de libertad denegada
Nada es todo, se diría
y todo puede ser mucho
impera el caos sembrado
que asola la paz del mundo
Política y religión
más los lujos consabidos
son engaños que entretienen
egos, mentes y destinos
Todos pujan por llegar
arrancándose la piel
y al final de tal suceso
ninguno puede ganar
He enarbolado banderas
bregando de justiciera
por la igualdad de la gente
y por un camino nuevo
Pero un día comprobé
que mi lucha era en vano
suele mirarse el ombligo
aquel que sufre de pie
Y por si esto no alcanzara
para aclarar mi renuncia…
dan la muerte a quien exige
siempre en la misma derrota
¡Ah, muerde la sangre mis venas!
dejando atrás ciertos lujos
al marcharme a la montaña
frugal y de alma al abismo
Despertaré jardines de auroras
socavando la tierra con mis manos
si es menester horadaré la piedra
para sembrar la semilla de calma


María Inés

sábado, 8 de octubre de 2016

Tú y yo


Tu boca nace en cada nueva rosa roja
derramando rubíes en el trapecio de mi ser
henchido corazón que palpita este quererte
hombre que en tus manos traes el amanecer
Tú y yo renacemos floreciendo en la poesía
cultivando el sentir en flores transoceánicas
a veces son gaviotas volando cielos grises
que a pluma y sangre van dejando cicatrices
Cuando me escuchas sereno y tan atento
te regalo en mi voz el vuelo de los pájaros
también la estrella azul de la mañana
y mi alegría que rutila en el topacio
Cuando me hablas te escucho enamorada
porque en tu voz hacen nido los abrazos
y allí me muestras la luna con dulzura
o me acunas con la sensualidad de los sargazos
Mis poemas de amor llevan tu nombre
tu raíz de vida, tu sentencia de hombre
tu piel, tu voz y la llama de tus ojos
porque mi pluma te nombra su horizonte


María Inés

sábado, 1 de octubre de 2016

Mi ser reclama


Mi ser reclama esas instancias indeclinables
en que cansada de océanos y banderas
siento tu hombría agolpándose en mis manos
Respiro el aire nocturno de tus ojos calmos
y es ese aroma tuyo, con resabio a luna
que me acuna cuando estoy entre tus brazos
Trémula de amor, exhausta, tiemblo
en las dunas celestes de tu piel callada
y rendida nace mi luz por adorarte
El vino del amor pleno de uvas castas
le inventa soles a la herida del crepúsculo
y desde el borde de tus besos florecen amapolas
Cuando me besas el mundo sabe dulce
a flores rojas, puras, y jacintos encendidos
y es imposible, querido, no desear amarte
Eres trovador que enciende mis pupilas
eres mi vida, mi mejor sendero
ruta y destino, mi gloria y mi baluarte
Tú y yo, mi vida, tiernos peregrinos
¿qué más haremos en esta loca vida?
¡amarte, amarnos y nuevamente amarte!


María Inés